REPOBLACION DE GUASIMOS 15 AÑOS DESPUES 05 DE JULIO 1642
El pueblo de GUASIMOS tenía vigencia física y jurídica cuando 15 años después lo visita Diego Carrasquilla Maldonado, Oidor de la Real Audiencia, en el año 1642.
La población tambaleaba por la ausencia de buena parte de los naturales mandados a poblar allí por Fernando Saavedra: hambrientos, despoblados y divididos de su pueblo e iglesia, andaban por diferentes partes, sitios, montañas, estancias, haciendas y hatos de ganado y otros lugares remotos. Por esta causa no acudían a oír misa, ni a ser adoctrinados, morían sin sacramentos y experimentaban graves daños espirituales.
Los blancos eran los propietarios de haciendas, estancias y hatos
El 5 de julio de 1642, el Visitador Diego Carrasquilla Maldonado, emite un decreto para REAGRUPAR al pueblo comisionó al Capitán Luis Sosa Lovera, -vecino de la Grita- para que ejecutase esta misión, que el 3 de febrero había sido confiada a Rodrigo de Parada quien no la ejecutó .
Unas de las causas que originó la ausencia indígena fue a.- los encomenderos no trasladaron sus indios al sitio como había ordenado el Visitador Saavedra 15 años atrás, y los dejaron en sus encomiendas para mejor explotación; b.- otros preferían que los indios se marcharan para poder usufructuar sus tierras .c.- Los blancos disputaron y quitaron buena parte de las tierras a los indios.
La comisión fue dada a Luis Sosa Lovera con Vara de Justicia a fin de que hiciese todas las diligencias, apremios y aprietos que conviniere. Debería revisar y demarcar los resguardos para los indígenas, por lo que a unos les consolidó sus propiedades y a otros las redujo acorde con el número de indios del pueblo.
Le ordenaba que cada una de las parcialidades indígenas se poblaran, se recojan, se junten y hagan sus casas y bohíos en contorno a la iglesia por barrios, con división de pueblo.
El bohío inicial de caña y paja que servía de iglesia, al andar de los años fue sustituido bajo la acción de los doctrineros por una construcción de tapia y teja. El pueblo fue adquiriendo un mejor aspecto urbano, con su plaza y sus calles ordenadas en cuadras, donde se alineaban las someras viviendas indígenas, de paja y caña. Todo enmarcado en un austero vivir, una pobreza indigente que solo contaba con el pan nuestro de cada dia
POR EVELIO VARELA CRONISTA DE GUÁSIMOS 2016.